Que la primavera la sangre altera es una evidencia científica. El aumento de la luminosidad y de la temperatura redunda en nuestros niveles hormonales y, por ende, en nuestros hábitos: pasamos más horas fuera de casa, adaptamos nuestra dieta, cambiamos los ciclos de sueño… Endorfinas y serotonina acaban alterando todo, hasta nuestra salud bucodental. Para adaptarse correctamente a estos cambios, Desde Centro Dental Creta os recomendamos seguir una dieta sana y equilibrada, controlar los alimentos procesados ricos en azúcares, beber abundantemente agua y ser más estrictos, si cabe, con los hábitos de higiene.

Cuidado con los alimentos o bebidas muy frías.

Helados, refrescos, una cerveza bien fresquita… Con la subida de la temperatura, ¿a quién no le apetecen? Los estímulos térmicos aumentan cuando ingerimos bebidas muy frías, haciendo pasar un mal rato a las personas que padecen de sensibilidad dental. Si es tu caso, ten precaución y, sobre todo, pídele a tu dentista que descarte otras patologías distintas a la propia sensibilidad dental. A veces, ese “calambre” o “pinchazo” puede ser consecuencia de una enfermedad periodontal, una retracción de las encías o una caries incipiente.

Alimentos y bebidas azucarados.

Las grasas, los azúcares… A estas alturas sabemos de sobra que no benefician a nuestra salud ni a nuestra boca. Zumos envasados, cerveza, refrescos o un combinado por la noche no son bebidas inofensivas, contienen azúcares añadidos y ácido carbónico, capaces de poner a prueba la mejor de las dentaduras. Si no te crees capaz de renunciar a este tipo de productos, al menos procura controlar su ingesta y no olvides realizar un buen cepillado de dientes para evitar que se acumule placa dental bacteriana.

Apúntate al agua.

Entre el 70 y el 80% de nuestro organismo está compuesto de este líquido elemento, que es vital para nuestra salud. Al aumentar las temperaturas es importante beber mucha más agua para ayudar a rehidratarnos y mantener el flujo normal de saliva, encargada de mantener nuestro pH bucal y evitar la proliferación de bacterias, entre ellas, la tan temida, pero habitual, caries.

Más ensaladas y alimentos crudos.

Con la primavera apetece menos cuchara y más alimentos crudos, fundamentalmente ensaladas. Depuramos el organismo y garantizamos nuestra buena ración diaria de vitaminas y minerales, mejorando nuestro sistema inmunológico, de vital importancia también para mantener nuestra salud bucodental. Recuerda que todas las verduras de hoja verde te ayudan a evitar y controlar la gingivitis y problemas de encías, pero que algunas frutas, fundamentalmente cítricos, contienen muchos ácidos y azúcares que se pegan a la superficie dental. No olvides nunca cepillarte los dientes después de comer.

Fresas, el elixir de primavera.

Deliciosas, refrescantes, saciantes y lo más importante, ricas en xilitol, un polialcohol natural para proteger los dientes contra la caries. Qué más se le puede pedir a una fruta, que además es la reina de la mesa en primavera. A las fresas se le han atribuido desde antiguo muchas y muy variadas propiedades saludables, gracias a su vitamina C y sus cantidades apreciables de vitamina A y B, pero las más destacadas son a nivel de salud bucodental: combate la placa dental –de ahí que el xilitol se añada a las pastas dentales–; favorece la remineralización de los dientes, evitando el desgaste del esmalte dental; y estimula la circulación sanguínea, fortaleciendo las encías.

Mantén una buena higiene oral.

Todos sabemos que, dentro de nuestros hábitos de higiene, el cepillado después de cada comida es sagrado. También en primavera y aunque esto se traduce en vacaciones o más tiempo fuera de casa, acostúmbrate a llevar siempre en la mochila o bolso un pequeño kit de limpieza dental o neceser que incluya, como mínimo, cepillo de dientes y pasta dentífrica, si puede ser, también, hilo dental y colutorio.

Las alergias y la salud bucal.

¡Qué bonita es la primavera! Luz, sol, calor, flores, polinización… No queremos olvidarnos por último de los que no disfrutan tanto de esta estación, consecuencia de las alergias. Cualquier tipo de tratamiento contra la alergia produce sequedad de boca, por lo que es fundamental beber mucha agua para contrarrestar la menor producción de saliva. Para algunas personas el uso de inhaladores es inevitable. Para ellos nuestro consejo es enjuagar siempre la boca con agua después de usar el inhalador y visitar al dentista. Es muy importante que nuestro odontólogo de confianza esté al tanto de nuestros problemas de alergia y el tipo de medicamentos que tomamos para que tenga una visión más clara de potenciales problemas bucodentales y pueda diseñar las estrategias para mejorar nuestra salud dental.

Prepárate para el verano.

Dicen del primer trimestre del año –eso del año nuevo, vida nueva–, pero la realidad es que es la primavera la mejor estación para sacudirse la pereza, renovar energías y derrochar vitalidad. La astenia que en ocasiones afecta a algunas personas va más allá de desarreglos hormonales traducidos en trastornos emocionales y puede ser reflejo de problemas de salud, incluida la salud bucodental. No retrases más la visita al dentista. Planifica una cita y ¡sácale partido a tu sonrisa en primavera!